Chulio de 1979 ¿de qué charraba el carlismo aragonés?

La autonomía es una conquista del pueblo y no de determinados partidos políticos, ya que es el pueblo el que cansado de ver emigrar a sus gentes y a sus ahorros a otras zonas más ricas y privilegiadas, reivindica su derecho natural al autogobierno y exige la simplificación de la máquina administrativa y burocrática del Estado.

Si es el pueblo el que reivindica su derecho, la autonomía no puede venir impuesta desde arriba, sino que debe consolidarse desde abajo, es decir, desde el municipio, comarca y provincia, dotándolos de una realidad democrática y de medios de autogobierno, pues en el caso de hacerla desde arriba, se corre el peligro de crear nuevos montajes que acaban a su vez convirtiéndose en nuevos centralismos; en nuestro caso Zaragoza obligando a la emigración desde otras zonas de nuestro pueblo hacia esta, como ocurre con muchos pueblos tanto de nuestra provincia como de Huesca y Teruel.

La autonomía debe estar forjada por la cooperación de todas las fuerzas políticas y sociales; única manera de que recoja las aspiraciones de todo el pueblo y no de unos grupos concretos que la podrían construir a su medida sirviendo a sus propios intereses.

Cabe preguntarse también qué es más importante a la hora de institucionalizar la autonomía, la función o el órgano, ya que mirando la autonomía actual (por llamarlo de alguna manera), da la impresión de que se ha creado el órgano y ahora se están buscando las funciones que puede desempeñar, cuando el orden lógico hubiera sido ver las funciones a desempeñar por la autonomía y después crear el órgano que los pueda ejercer.

La riqueza producida y generada por Aragón no debe emigrar sin dejar en Aragón el beneficio que nos corresponde. Es lamentable que nuestra gran producción de energía eléctrica, los minerales de Ojos Negros, los lignitos del Bajo Aragón, los productos derivados de nuestros bosques, y una amplia gama de materias primas marchen para ser transformadas fuera de Aragón. Es preciso montar las industrias de transformación necesarias en los lugares donde se obtienen las materias primas, para que además de abaratar los costes al reducir los gastos de transporte, creen unos puestos de trabajo que eviten el paro y la emigración de nuestras gentes, con la consiguiente despoblación y empobrecimiento de nuestras tierras.

Urge la realización de nuestros riegos, y no sólo los llamados del Alto Aragón, sino todos los que sean precisos para hacer que nuestras tierras rindan todo lo que puede dar la fertilidad de las mismas, dando más y mejores productos que aumenten en consecuencia la riqueza de nuestro pueblo.

Siendo el agua del Ebro necesaria para hacer realidad estos riesgos, radicalmente nos oponemos a un trasvase que puede poner en peligro su posibilidad, de la misma manera que exigimos se nos explique la finalidad de las obras que se están efectuando en la provincia de Tarragona con la construcción de unos grandes depósitos.

Ante las enormes pérdidas ocasiona: das por las avenidas que las lluvias y deshielos producen con tanta frecuencia en las riberas de nuestro río, se deben acelerar al máximo las obras de construcción de las defensas necesarias que eviten las inundaciones.

Oposición a la construcción de unas centrales nucleares que habrán de darnos unos beneficios mínimos o mejor dicho nulos a costa de unos perjuicios incalculables, sobre todo teniendo en cuenta que Aragón exporta la mitad de la energía que produce sin reportarle ningún beneficio.

Consideramos necesario que el ahorro de Aragón se invierta en Aragón

Esto y mucho más, que sería muy largo de enumerar, será posible con una autonomía auténtica, que nazca desde la base, y permita resolver los problemas de nuestro Pueblo con una participación democrática y auténtica de todos los miembros que integran Aragón.

Es necesario, por otra parte, que la geografía, historia, arte, etc., aragoneses, sean conocidos por el pueblo, por lo que consideramos necesario que la realidad de Aragón se empiece a estudiar desde los primeros cursos de E.GB., así como la creación de medios que acerquen esta cultura al pueblo.

El Partido Carlista de Aragón, lucha por conseguir la autonomía, pero nunca ha querido hacerlo en solitario, sino codo con codo, dentro de la lucha de todo el pueblo de Aragón, para que esta autonomía sea una auténtica conquista de todo el pueblo de Aragón y por lo tanto una verdadera autonomía desde la base.

 José Miguel Gómez Tutor,

Secretario Genera del P.C.A.

 

    Mariano Alquézar Pérez,

Secretario de Cultura del P.C.A.

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