Estamos viendo a lo largo de estos últimos meses, y va para largo porque el tema es complejo, que diversas asociaciones y organizaciones han pedido reiteradamente paralizar las autorizaciones para la construcción de parques eólicos y plantas fotovoltaicas en nuestro territorio. Los carlistas aragoneses desde una posición inequívoca de la defensa territorial, siempre se han mostrado partidarios de las posiciones que dichas agrupaciones defienden.
Si entrar en extensos análisis, habrá tiempo para ello, sobre el impacto que sobre el terreno están teniendo los diversos parques eólicos que se están licitando en Aragón, y sin despreciar la oportunidad que estos pudieran tener sobre el espacio llamado “vaciado” y los ayuntamientos que están presentes en el, la primera impresión que nos llevamos es la de la especulación y la oportunidad de negocio que han visto en ellos diversos fondos de inversión, siempre alerta para obtener la mayor rentabilidad de sus inversores. Esto que desde el modelo económico que nos toca vivir tiene toda la legalidad, no se está trasladando a nuestros pueblos, nuestras gentes, sino que está yendo en sentido contrario.
La transición energética, lo que es cambiar de un sistema basado en los combustibles fósiles a las fuentes renovables se ha tornado imprescindible, de la misma forma que esta trasformación es una fuente de oportunidades para el territorio. Teniendo presente todo lo anterior, estamos viendo como los parques eólicos son causa importante en la mortalidad de miles de aves en las áreas afectadas perdiendo muchas de ellas el valor paisajístico que contienen. Por otro lado, la proliferación de grandes industrias fotovoltaicas está destruyendo grandes extensiones de áreas de cultivo de gran importancia.
Se hace necesaria realizar una adecuada planificación con áreas de exclusión legalmente vinculantes para la instalación de energía renovable a gran escala, mejorar el proceso de evaluación ambiental actual siendo este independiente y efectivo, así como apostar por un modelo distribuido como alternativa a la amenaza que supone el actual modelo de Transición Energética.
Por todo ello, en el Partido Carlista creemos necesaria la aplicación de los siguientes 5 puntos defendidos desde los sectores que se han sensibilizado con el problema:
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Aprobación de un plan de áreas de exclusión vinculante que prohíba la construcción de instalaciones de energía renovable a gran escala.
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Paralización temporal de la autorización de nuevas industrias eólicas y fotovoltaicas hasta que se diseñe un plan de áreas de exclusión.
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Elaboración de planes eólicos y fotovoltaicos a nivel autonómico con las obligadas restricciones de carácter vinculante y con su preceptiva Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), realizada por entidades independientes a las empresas promotoras.
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Se deben autorizar exclusivamente 53 GW de los 129 GW con derecho de acceso para la conexión a REE para cumplir los objetivos de instalación de renovables (eólica y solar fotovoltaica) del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC).
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Ampliación de la Red Natura 2000, en virtud de la Estrategia de Biodiversidad 2020-2030 de la Unión Europea (UE).
