Las personas que integramos el Partido Carlista de Aragón, somos conscientes de la carga histórica que su denominación le confiere, por ello tenemos como prioridad, proseguir el camino que los carlistas aragoneses iniciamos en el siglo XIX para recuperar las Libertades Forales de nuestra tierra, que fueron anuladas por los Decretos de Nueva Planta de 1707, y adaptarlas a las exigencias de la sociedad del siglo XXI. |
El partido estuvo muy activo durante la década de los 70 en la época que se conoce como la transición política, participando en el impulso de diversos organismos unitarios de la oposición antifranquista como la Plataforma Democrática de Aragón (P.D.A.) o Coordinación Democrática de Aragón (C.D.A.), conocida popularmente como «la Platajunta».
En el año 1977, ante la no legalización del Partido Carlista y la imposibilidad de presentarse a las primeras elecciones democráticas desde el fin de la dictadura, en junio de ese mismo año formamos coalición con el Movimiento Comunista. Esta tomó el nombre de Frente Autonomista Aragonés y presentó candidatura en Zaragoza.
Durante el año 1986, ante la necesidad de unidad de acción de la izquierda, participamos en el nacimiento de Izquierda Unida. Concretamente, los carlistas aragoneses, participamos en la creación de la federación aragonesa de Izquierda Unida en coalición de las diversas federaciones regionales del PCE, PASOC, IR, etc. El nombre que se adquirió originariamente fue el de, Convergencia Alternativa de Aragón-Izquierda Unida -CAA-IU-, para posteriormente adoptar la denominación de Izquierda Unida de Aragón -IUA-.
Hoy, a nivel organizativo, en el ámbito general del Estado Español, estamos integrados en la estructura federal del Partido Carlista. Nuestro funcionamiento interno es asambleario y horizontal, reuniéndonos en Asamblea Ordinaria con una periodicidad mensual o ante el requerimiento de cualquiera de sus miembros.
Nuestros órganos de dirección son los siguientes:
En cuanto a las herramientas políticas, reivindicamos una democracia participativa, la libre y voluntaria confederación de las diferentes naciones de lo que desde el carlismo históricamente siempre se ha nombrado como «Las Españas», y el Socialismo Autogestionario. De la misma forma defendemos el principio de subsidariedad, a través del cual un asunto debe ser resuelto por la autoridad más próxima al objeto del problema no entrometiéndose el estamento superior en su solución.
Consideramos que Aragón es una nación histórica donde sus ciudadanos, llegado el momento, podrán elegir libremente a través del ejercicio del derecho de libre determinación, la forma de relacionarse con los distintos pueblos peninsulares.