Industria 4.0

Con los perniciosos efectos de la pandemia y su aprovechamiento mediático por los distintos medios informativos, empresariales, políticos, etc., hay un hecho que está pasando desapercibido para el gran público y están aprovechando ciertos sectores para trabajar con mucha discreción y acelerar cambios que ya tenían sobre la mesa. Estamos hablando de la Industria 4.0.

En estos momento en que el Covid-19 lo inunda todo y acapara toda nuestra atención, desde los centros de decisión políticos, económicos y empresariales, se está diseñando lo que en un futuro próximo serán las nuevas formas de organización y producción, valorando el impacto social y colateral de esas acciones.

La que ya ha sido nombrada como Industria 4.0 va a significar una gran revolución técnico-económica sin precedentes en la humanidad. La inteligencia artificial, el big data, que no es más que la acumulación masiva de datos, el uso de algoritmos y la interconexión masiva de dispositivos y sistemas digitales, van a cambiar muy profundamente el mundo social y laboral y en resumidas cuentas van a inclinar la balanza del poder definitivamente en una dirección concreta.

Todo lo anterior creará industrias y empresas más eficientes, limpias e inteligentes, pero también una disminución cuantiosa de la necesidad de mano de obra, generando grandes bolsas de población inactiva, que nunca accederá a un puesto de trabajo o si lo hiciera sería de una forma desregularizada e intermitente. Sectores como el automóvil, que ya se encuentra inmerso en estos cambios, siderurgia, industria alimentaria, comercio, etc. planifican el mejor aprovechamiento de estos nuevos recursos tecnológicos y la forma más eficiente de generar cuantiosos beneficios.

En línea de lo anteriormente dicho, resulta cuanto menos curioso y llama la atención, la rapidez con la que La Unión Europea ha llegado a un acuerdo sobre el reparto de ayudas a los países más damnificados por la pandemia con la connivencia de Alemania, principal productor en sectores muy estratégicos, potencia del continente Europeo y otrora baluarte y firme defensora de las medidas de austeridad.

Observamos también que las medidas sociales tan atacadas históricamente por grupos ultra-liberales, y que tienen en la prestación de una renta mínima vital para los sectores más desfavorecidos la reivindicación estrella, han sido aplaudidas y apoyadas recientemente por todo el arco ideológico.

Algo se está moviendo de manera encubierta y sigilosamente. Todos tenemos la obligación de estar alerta por los cambios que esto va a ocasionar en las personas y su entorno. Nos jugamos mucho. Los sectores populares, comprometidos y preocupados por el futuro, deben adquirir la formación tecnológica y humana más cualificada, con el fin de acceder a puestos de decisión que les permitirá influir en los cambios que se avecinan. Solo desde esta posición y adquiriendo las competencias que esta Industria 4,0 necesita, se podrá afrontar un futuro basado en la justicia social y despojarla de ese frío glacial e indiferencia a las consecuencias con la que los grandes capitales que este momento dominan el planeta, acometen sus proyectos.

Artículo de Jaime Urriza publicado en www.noticiasdenavarra.com 13/08/2020

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